domingo, 17 de septiembre de 2017


Gracias por habernos regalado 12 años de tu sacerdocio; 12 años llenos de ilusión, de sueños, de dinamismo, de esperanza… Gracias por habernos ayudado en nuestra labor pastoral, por habernos animado y alentado cuando nos veníamos abajo… por acompañar a los diferentes grupos, y hacerte niño para los niños. Por habernos hecho reir,  pero también por habernos acompañado y ayudado en la Eucaristía,  en celebraciones... Por haber hecho posible que el tiempo libre de los niños y jóvenes fuese una oportunidad más para  acercarse a Dios.
En definitiva todos y cada uno de nosotros que hemos compartido esos 12 años tenemos un motivo especial para darte las gracias Mario. No nos cabe duda que como  “ La San Miguel”, donde vayas triunfarás.
Esto no es un adiós, es una “hasta siempre” porque en nuestros corazones hay un rinconcito para ti.
Un GRACIAS con mayúsculas desde el corazón de cada uno de nosotros.
               Nieves
Uff… Gracias por muchas cosas. Por tu acogida, por tu cariño, por estar atento, por tu disposición a ayudar, por tu humildad, por tu humor y por tu alegría, por hacer de cada eucaristía que he diaconado junto a ti un placer, por ser un maestro… tendría que darte las gracias por tantas cosas que lo resumiría en: gracias por ser Mario y porque Dios te hizo cruzarte en mi vida.
Enrique
… por tu dedicación con entusiasmo y por encima de tu cansancio, a la labor parroquial. Te agradezco especialmente el reconocimiento y agradecimiento que siempre has manifestado por la labor voluntaria de aquellos que colaboramos o participamos ( catequistas…) adaptándote a nuestras circunstancias personales por encima de la tuyas.
Nuncy
Gracias por la dedicación a mis hijos tanto dentro como fuera de la parroquia.
Felipe.
Gracias porque en una ocasión, en los campamentos te pregunté. ¿Qué tal mi hijo?. ¿ Se ha portado bien? Y me dijiste: Tu hijo es muy especial, tiene un corazón enorme y es muy, muy, muy  querido  tanto por sus compañeros como por los monitores.  Me llenó de orgullo y jamás olvidaré esas palabras.
Vero
Gracias por tu forma de comunicar el Evangelio, fresca, amena, fácil, alegre…
                   Pedro
Gracias por lo bien que tratas a los niños y el cariño que les has dado.
                              Ricardo                         
Gracias por tu cercanía y tu capacidad de escucha. Siempre con una respuesta serena y alentadora.
Gracias por tu alegría y por saberla contagiar al que está a tu lado.
Gracias por tener siempre buena cara a pesar del cansancio.
Gracias por ser tan ameno. A tu lado se trabaja con más ganas.
Gracias por tu infinita dedicación a niños y jóvenes. Te les sabes ganar. 
                       Inés
Gracias por transmitir el mensaje de Jesús, especialmente a niños y jóvenes, la semilla del mañana .Que ese don que Dios te ha dado te acompañe siempre.
                                                                              Mª Angeles
Gracias por tu dedicación, por tu manera de enseñar y hacer llegar a los jóvenes a través de la religión los valores que se están perdiendo en nuestra sociedad.
Gracias por tus buenas labores, empeño y entrega a los niños y a las gentes de la parroquia. Nunca había un no hacia nosotros cuando te necesitamos. Gracias porque buscas soluciones a todo. Tu bondad y tu entrega te hace ser como eres, un buen hombre de Dios.
Mali
Gracias Por los 12 años de tu vida que nos has regalado a la parroquia.
Por el intenso trabajo realizado en las catequesis, convivencias, campamentos, grupos  de formación…
Por haber sabido transmitir la experiencia de Dios a través de juegos, canciones…
Por la alegría que nos has transmitido en las celebraciones, convivencias, campamentos…
Por la huella que has dejado en nosotros con tu amistad y a través de tantas experiencias que hemos compartido.
Paco
Gracias por tu cercanía, por ser como eres y por  los ratos de camino  juntos de estos años.
Gracias por ser catequista y porque dejas “mucho terreno sembrado” .
Gracias por compartir a tu  Dios  papá y a tu  Jesús hermano y amigo conmigo… Gracias por tu alegría…
Gracias por tu esfuerzo en convertir las Eucaristías en “misas de niños”, divertidas, bailonas, sorpresivas, participativas, agradecidas y fraternas. Gracias por tus “sermones” cortos pero  cargados de imágenes de las que alimentan el alma y te las llevas a casa.
Gracias por llamar a mis hijos por su nombre desde bien pequeños… por las horas que has metido con ellos y el cable que nos has echado  en su educación.
Gracias por recordarme que hay cosas que sólo son posibles si puedes soñarlas y desearlas de corazón.
Gracias por “SER  de campamentos”
Gracias por ser profesor de religión de mis hijos: “He estado muy  contento con tu rendimiento y trabajo”.
       Juanma